Toda la vida me pregunte por qué, por que este garrón, por qué me lo tengo que comer yo? Pero ya me canse de tantos por qué. A lo mejor hay preguntas que no tienen respuesta. Ya se que lo mío no tiene un por qué, porque me toco así, no puedo hacer nada. No se puede ser feliz con el dolor de los demás
No es tan fácil confiar. Cuando te fallan una y otra vez ¿por qué no te van a volver a fallar?Queremos confiar en los demás, siempre esperamos que nos digan la verdad.La decepción es una de las cosas que más nos lastiman ¿en quién podemos confiar?Nos preocupamos mucho por no fallarle a los demás, por no defraudar su confianza…No defraudar y que no nos defrauden los demás ¿es eso lo único que importa?.De chico no querés fallar a los grandes; menos querés que los grandes te fallen.Uno no quiere fallar a la gente que ama ni que ellos te fallen ¿no?Uno no espera que sus seres más queridos le fallen, que un padre, un hermano, tu novia te falle… ¿Cómo lo soportás?Pero el peor de los miedos no es que otros te fallen, el peor de los miedos es fallarse a si mismo.
Hay mucha gente mala, pero la mayoría no es tan mala. Yo creo que la mejor opción es siempre no desconfiar, nunca. La desconfianza no sirve. La desconfianza genera intrigas y las intrigas dividen y debilitan. La desconfianza te debilita y te aísla, terminas desconfiando de todos. Entonces el verdadero mal te lo haces a vos y no a los otros. Los otros te dejan solo, y solo sos más débil, y ahí sí te pueden atacar porque sos vulnerable. La desconfianza nos recluye, nos hace perder nuevos afectos y nos deja a la deriva. A la deriva estás y si no confías no te relacionas y ahí sí, solo sos muy frágil. Nos podemos equivocar, confiando en la gente equivocada, pero la mayoría de las veces no es así, confiamos en los amigos.